Descripción
Es la memoria la actividad despierta, la conexión viva y característica de un detalle, la soldadura entre las percepciones externas y el deseo de asimilarlas ley de dicha facultad es, pues, la preimaginación del acto y la atención simpática. La buena memoria no se cultiva con la activa erudición, con ingerencia atropellada de palabras sin organización y con hábitos inextirpables una memoria ejercida automáticamente, construida para destellos del momento, surcada por ideales incoherentes y cubierta de superficial observación, es una caverna donde reina languidez y enmohecimiento. La memoria y la acción del maestro deben coexistir para crear una resultante duradera, una meditación intensiva en un principio y cíclica después la infiltración del método explicativo en las facultades memoristas debe ser lo que el rayado á los proyectiles el espíritu del discípulo lanzado por la atmósfera de la ciencia necesita dirección, velocidad y objetivo. La memoria, para que sea lúcida y conservadora, necesita tramas de imágenes, canalizaciones vivificadoras, abstracciones repletas de calor y de actividad el recuerdo de una palabra se compone de cuatro elementos, de imagen motriz (palabra pronunciada), de una imagen visual (palabra impresa ó manuscrita), de una imagen auditiva (palabra oída) y de una imagen motriz gráfica (palabra escrita). ¿Guarda armonía ese concepto de la memoria con su aplicación á la enseñanza militar? ¿La memoria, es vibración de la idea, fenómeno endosmósico, estilete poderoso sobre el cerebro? ¿Se desarrolla la memoria como consciente reproducción de imágenes con relación á un espacio y tiempo concretos de nuestro pasado? ¿Se cultiva la memoria para que su impresiones sean como las olas marinas, que se suceden unas á otras sin dejar huella de su existencia?
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