Descripción
¡Último día de clase, y cuán diferentes emociones nos separan! En vosotros, la esperanza juvenil y la alegría rebosante en mí, el pasado venturoso y la triste separación. Fervoroso por mi Arma, y obligado por mi fe, os he llevado al santuario de su honor, poniendo vuestra conducta bajo su hermosa tutela duran te este curso, inspirado en amores á mi Arma, bien sabéis hasta qué grado de exaltación he mantenido la caballerosidad y la educación en este curso os he mostrado los deberes que enaltecen y las satisfacciones que orlan la conciencia. ¡Qué deciros hoy, que os sirva de recuerdo para el mañana! ¡Qué manifestaros, para que de modo intensivo guardéis allá en el fondo de vuestro corazón un recuerdo feliz de esta Academia! Ni mago de la poesía, ni cincelador en la prosa, ni sugestivo en la oratoria, ni ejemplar en virtudes, ¿qué puede ofreceros mi pobre intelecto? Ruegos, y no consejos, os brindaré ruegos, para que los meditéis, para que algún día os salven en trance apurado ruegos que os los dictarán mis deberes y mis entusiasmos, mis aspiraciones y mis temores. La palabra deber os pulsará á diario, produciéndoos amarguras unas veces, contento otras, y actividades constantemente el deber os impulsará como motor en vuestra existencia militar el deber será la tonalidad de vuestros actos, el perfume de vuestras ejecutorias, la consagración riente y melodiosa de vuestro sacrificio por la Patria.
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