Descripción
Testigo de esplendores49 pasados, de magnas hazañas, de nombres preclaros, de angustias y de heroicidades, de rasgos viriles y de apremios edificantes tal es la historia del Peñón de Vélez de la Gomera (1)50. El Peñón y su costa vecina bien merecieron de capitanes y de soldados, de reyes y de políticos que empleasen en su adquisición primero y en su guarda después, todos los destellos de su cerebro, todos los vigores de su alma, el impulso de su mando y la habilidad en sus decisiones sobre aquel territorio africano una vez más se batieron enfurecidas las razas que culminaron en Covadonga y en Granada. Contra toda clase de adversidades y contra todo género de asechan zas supieron triunfar los defensores de la enseña nacional de los fuertes desmoronados hicieron valladar infranqueable á la pujanza morisca sus huesos los juntaron á las piedras y coloreando éstas con sangre generosa, trazaron de un modo sublime el rojo límite de la dominación española. En el alma de aquellos soldados, animosa siempre para el bien, presta siempre al martirio y tonificada siempre por añoranzas melodiosas, jamás pudo penetrar un rayo de desesperación, ni envolverla el vaho de desaliento cincelada por la guerra y bendecida por la fe pudo ser sublime en la pelea, numantina en la desagracia y doliente con el vencido
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