Descripción
Los desposorios de S.M. el Rey D. Alfonso XIII con S.A.R. la princesa Victoria de Battenberg, tuvieron lugar en Madrid, en la iglesia de San Jerónimo, el 31 de mayo de 1906 matrimonio de inclinación y opinión nacional, en el que se anudaron amorosamente la dulzura y belleza de la Reina con la inteligencia é intrepidez del Monarca. Ena de Battenberg llamábase la egregia princesa británica antes de compartir con nuestro Rey la gobernación de los españoles Victoria Eugenia Cristina llamóse á la augusta señora que el tálamo de D. Alfonso XIII vino á continuar los destinos venturosos de España, bajo la égida de una monarquía amada y propulsora. «En la leyenda del amor —escribe Pérez de Guzmán— si la extraordinaria hermosura, así física como moral de su elegida, la ya Reina Victoria Eugenia, ha sido el talismán precioso para la atracción ardiente del joven Soberano, en esta misma atracción ha logrado fundir el espíritu de su pueblo y aun el espíritu de todas las gentes. Nunca elección de Monarca alguno ha estado en mayor consonancia con la inspiración suprema del anhelo nacional. Esta identificación de miras y sentimientos tenía por fuerza que hacerse más intensa con el romántico matiz que la pasión del Rey ha dado á sus amores, carácter ético sublime con que se habrán de perpetuar en los anales de la Historia. Así, el acto de su matrimonio ha sido una verdadera apoteosis, como la relación de sus amores había sido un idilio y así, en estos movimientos interiores del alma del Soberano, que la deja transparentar claramente, el mundo ha podido apreciar el grado verdadero de la espontaneidad y la intensidad de los afectos que nutren el corazón del Rey. Para hacerlos más vehementes, había la interesante circunstancia de que la princesa Victoria Eugenia ha sido el primero y único amor de S.M., 688 TOMO III / 1910-1914 ESCRITOS EN PRENSA DE ANTONIO GARCÍA PÉREZ en quien, hasta despertarse esta pasión, ninguna otra inclinación se había conocido…». Incorporándose la egregia princesa á la comunión de la Iglesia católica, trayendo sobre su hermosa frente las flores inmarcesibles de su fe, juntando la grandeza de su alma al noble espíritu de su esposo, vino con ella la alianza amorosa entre Inglaterra y España, entre dos pueblos de gigantesca historia y mutuo porvenir.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.