Descripción
Nació en Granada el 23 de enero de 1796, siendo sus padres D. Juan Manuel Vázquez y doña María de las Angustias Afán de Ribera su partida de bautismo (folio 189 suelto, libro XII, de la parroquia de Santa Ana, de Granada), dice llamarse Juan Manuel Domingo Ildefonso Raimundo. Tradiciones de familia é inclinaciones naturales llevaron al joven granadino á las filas del Ejército, y en él ingresó como Cadete de la segunda compañía del tercer batallón de Voluntarios de Madrid (Con fechas 18 de abril de 1807 y 16 de mayo del mismo año solicitó su padre la gracia de Cadete de menor edad y con el haber correspondiente, según consta en el legajo 224 de la sala-capilla del Archivo de Segovia). Era hábil Cadete de estatura regular, bien parecido, redondo de rostro, rubio obscuro, algo gordito y sonrosado vestía uniforme azul con vueltas negras, chaleco blanco, pantalón de gamuza con pieles, sombrero redondo con escarapela encarnada y charretera de oro. La voz del patriotismo ese llamamiento misterioso que tantas grandezas labró desde los riscos astures á las adorantes tierras andaluzas, también llamó rumorosa y emotiva en el corazón de nuestro biografiado, y sintiendo al igual de sus bravos camaradas de Cuerpo, respondió como ellos, altivo y entusiasta, contento por abrir el arca santa de las heroicas leyendas. Su niñez encantadora la ofreció sonriente en aras de la Patria su alma, dolorida por la afrenta del osado invasor, va junto á las de los bravos oficiales para mostrar á los sicarios de Bonaparte que también la infancia sabía luchar bellamente, y, radiante de orgullo, allá acude con su compañía al Parque de Monteleón, para vencer ó para morir por su Patria y por su Rey. En aquel lugar, inmortalizado por la Historia, combatió rudamente 637 TOMO III / 1910-1914 HÉROES DE L A INDEPENDENCIA. EL CADETE VÁZQUEZ… Daoiz, Velarde y Ruiz más de una vez contemplaron admirados al heroico Cadete, y como éstos, otros tantos luchadores se maravillaron del niño-camarada, cuyos alientos llegaban á sus almas como la dulce voz de un ayer brillante, incitándoles para el mañana esplendente de sus hijos.
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