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Aportaciones militares a la sociedad civilLOS COMIENZOS
El uso de los vehículos aéreos no tripulados, conocidos como UAV`s por sus siglas en inglés unmanned aerial vehicle, UAS`s (unmanned aerial system), también como RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) o más comúnmente como drones, está cada día más extendido tanto en el ámbito civil como en el ámbito militar.
Es precisamente en este ámbito donde empiezan a desarrollarse estos vehículos ante la necesidad de llevar a cabo acciones sin necesidad de arriesgar vidas humanas.
Según muchos autores, el origen de los drones hay que situarlo en la primera guerra de independencia italiana, y concretamente en el asedio y caída de Venecia que tuvo lugar entre el 28 de abril y el 22 de agosto de 1849, durante el cual los austriacos trataron de bombardear la ciudad desde globos no tripulados.
Mas tarde, en la guerra Hispano-Americana de 1898, surgió el uso de cometas equipadas con cámaras por parte de las fuerzas de EEUU, para llevar a cabo labores de inteligencia a través de la vigilancia aérea.
Desde entonces y al albur de los conflictos bélicos, el empleo de drones ha ido sufriendo una gran evolución. En 1917 Charles F. Kettering, de Dayton, Ohio, al servicio de la Dayton-Wright Airplane Co., inventó el torpedo aéreo no tripulado Kettering, comúnmente conocido como “Kettering Bug“, un vehículo capaz de llevar una carga de 180 lbs. hasta 75 millas del punto de lanzamiento. Para algunos esto constituyó el primer misil de la historia y para otros un paso de gigante en el desarrollo de los drones.
LA EVOLUCIÓN
Un paso decisivo en el desarrollo de los drones fue el uso del radiocontrol, presentado por Nikola Tesla en 1898, que permitía el control de objetos a distancia mediante ondas radio. Sin embargo no sería hasta bien entrado el año 1924 cuando se lograría incorporar esta tecnología en el guiado y control de vehículos aéreos de manos de los ingleses.
Durante la Segunda Guerra Mundial, además del uso de drones para vigilancia aérea, se extendió el uso de bombarderos equipados con radio control, capaces de transportar una carga explosiva, haciéndolos estrellar contra el enemigo. Hacia mediados de los cuarenta surgen los programas estadounidenses de bombas voladoras GB-1 Glide y GB-4 Robin y posteriormente a finales de 1946 aparecen los aviones no tripulados con fines formativos como el Q-2 Firebee.
Durante la época de la Guerra Fría, por parte de los americanos se hizo un uso extensivo de los vehículos aéreos no tripulados, las famosas luciérnagas, para llevar a cabo labores de inteligencia fotografiando zonas sensibles de Rusia, China y Cuba.
Otros escenarios bélicos como Vietnam, Israel, Siria, el Líbano, Afganistán, etc, han contribuido enormemente al desarrollo de estos vehículos con amplios fines militares hasta alcanzar el actual grado de sofisticación, abriendo puertas para su utilización en otros ámbitos como el terrestre y el naval. El desarrollo de las comunicaciones vía satélite, la criptografía, los sofisticados sistemas de control, la inteligencia artificial, etc son solo algunos de los avances tecnológicos que, unidos a esos primeros hitos que supusieron el radio control y la tecnología giroscópica de Sperry, han facilitado su desarrollo.
USO CIVIL DE LOS DRONES
Pero las enormes ventajas que se derivan de su uso no han pasado desapercibidas en el ámbito civil, donde se ha visto su potencial y la gran cantidad de usos prácticos que se les pueden dar. La monitorización de instalaciones, el transporte y entrega de mercancías, la realización de trabajos penosos en lugares inaccesibles, el empleo en labores de agricultura y ganadería como fumigación, control de cultivos y explotación ganadera, el control de incendios, la búsqueda y rescate de personas, la cartografía, la vigilancia aérea, trabajos de arqueología, geología y meteorología, control de la contaminación, etc, son sólo algunos de la infinidad de empleos que se les pueden dar.
El uso de los drones con fines civiles ha crecido de forma tan vertiginosa que en muchos casos ha producido una demanda legislativa que no ha sido totalmente satisfecha. La facilidad de acceso a estos vehículos de pequeño tamaño así como a sus medios de control, les hacen susceptibles de ser utilizados con fines no lícitos, creando problemas de seguridad y ética, de forma que la legislación, en aras a ser garantista, resulte a veces excesivamente restrictiva en su empleo.
Este es un claro ejemplo de como una tecnología desarrollada al amparo del ámbito militar ha superado con mucho el uso inicialmente previsto y se ha extendido al ámbito civil, hasta tal punto que actualmente el número de drones con fines civiles supera con mucho al empleado con fines militares.
Jesús Manrique Braojos