Descripción
CAPÍTULO PRIMERO Juan Soldado discurre acerca de los principios de la libertad, igualdad y fraternidad, sustentados por Juan Obrero Juan Soldado.— ¿Quieres decirme, amigo mío, qué ideas gobiernan tus actos y qué ideales se posan sobre tu corazón? Juan Obrero.— Vivo y lucho por la fraternidad, la igualdad y la libertad quiero el ejercicio de mis derechos, el cumplimiento de mis deberes: el individuo libre en sociedades cultas la bandera de la rebelión contra la opresión del capitalismo y contra la propiedad privada, como norma del bien común. Juan Soldado.— ¡Pobre compañero, que un día llevaste mi uniforme y sobre tu conciencia honrada fió la sociedad que recriminas en tus absurdas teorías! Escúchame: Palabras vanas llegaron á tus oídos como cantos de sirena impulsadas por el odio y revestidas con el ropaje de la farsa, prendieron en tu alma robándola su más preciada virtud: la libertad de su existencia. ¿Cómo quieres ser defensor de la libertad, cuando en nombre de ella tiranizan tus aspiraciones, te convierten en esclavo de un principio, te hacen víctima de una opresión que se llama huelga, te obligan á la renuncia de tu ser ante el mandato imperativo de otros seres como tú? ¿Cómo quieres ser partidario de la igualdad, cuando la desigualdad es la ley de la Naturaleza, manifestación pujante y hermosa de nuestra vida? ¿Acaso pueden ser iguales entre sí las riquezas, los talentos y las hermosuras? ¿Son iguales todas las montañas de la Tierra, los árboles que 13 TOMO IV / 1915-1919 JUAN SOLDADO Y JUAN OBRERO en ella nacen, las flores que en ella se producen? ¿Es igual la Tierra al Sol y ambos á la Luna? ¿Acaso la fraternidad puede ser impuesta con dura mano y con leyes opresoras? Sublime ideal sería el que se transformasen los cañones en máquinas de labor, los himnos de guerra en salmos de paz, las colonias penitenciarias en campos de buenos trabajadores pero es un ideal inasequible, dada la actual condición humana.
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